Las encías son una parte muy importante de nuestra boca, porque cubren el hueso alrededor de los dientes, contribuyen a mantener la humedad y la flora bacteriana que protege nuestros dientes… ¡y muchas cosas más!
En algunos casos resulta que por un problema de cepillado y falta de higiene, pueden acumularse bacterias “por debajo” de ellas, lo que hace que se irriten y, en muchas ocasiones, puedan sangrar durante el cepillado de dientes o, incluso, comiendo.
Bacterias en las encías: efectos secundarios
Esto es algo que requiere que le prestemos atención: ese acúmulo de bacterias puede pasar al resto del cuerpo y generar problemas: descompensación de la glucosa (diabetes), enfermedades cardiovasculares, partos prematuros, más posibilidades de tener alzheimer o disfunción eréctil… así que deberíamos asegurar que no se inflaman ni sangran con una visita al dentista.
Así que si estás pensando en blanquearte los dientes pero tus encías sangran habitualmente, lo recomendable es realizarte un tratamiento de encías (en la mayoría de los casos, basta con lo que llamamos una “limpieza de boca” en clínica) antes para asegurar que tu salud está cuidada y después realizar tu blanqueamiento dental.
Blanqueamiento con gingivitis o periodontitis
Si quieres hacerte el blanqueamiento con las encías “delicadas”, lo recomendable es emplear un agente blanqueador que las proteja, como nuestra fórmula Shinoy Ivory Day, que contiene ingredientes para este fin, como el aceite de semilla de jojoba, el acetato de zinc o hialuronato (como las cremas faciales) para mejorar su hidratación y protegerlas cuidadas.
¡No lo dudes! Utiliza siempre blanqueamientos que protejan tus dientes y tus encías y además asegúrate de visitar un dentista periódicamente para conservarlos de la mejor manera posible.