La biología humana es realmente compleja, lo que puede originar respuestas “diferidas” en nuestro organismo.
Un diente ha cambiado de color
Uno de los ejemplos más claros de esto es el cambio de color de dientes “aislados” durante la edad adulta, sin motivo aparente.
Para entender qué ha ocurrido, es conveniente hacer un análisis de su “vitalidad” (si el nervio está “vivo” o no), normalmente aplicando frío para ver si el diente responde a ese estímulo.
Blanqueamiento dental interno
En estos casos, es necesario realizar un blanqueamiento profesional con PAP o PC en concentración suficiente sobre ese diente durante un periodo de tiempo indeterminado: dependiendo de cada persona el diente en concreto tardará más o menos tiempo en conseguir quedarse al mismo nivel de “blancura” que los demás.
Una vez conseguido, pero no antes, es cuando se empieza a aplicar el gel blanqueante sobre todos los dientes, para conseguir resultados como el de la imagen.
En estos casos, es importante entender que después de esa segunda fase puede ser necesario aplicar nuevamente gel blanqueador en ese diente que tiene una coloración distinta al resto: eso hará que el resultado final sea impecable y permita una sonrisa franca en cualquier situación.