Blanqueamiento en clínica con lámpara

¿Cuántos tipos de blanqueamientos existen?

 Existen muchos fabricantes de productos de blanqueamiento dental… y, al margen de cuales sean “mejores” o “peores”, tendríamos que entender que tan importante es el tipo de producto que usamos como que este sea “el ideal” para nuestros dientes.

En este post te presentamos las diferentes alternativas que puedes encontrar:

Blanqueamiento profesional en clínica

    Se aplica con o sin lámpara (según los estudios, la lámpara potenciadora hace más bien poco) sobre los dientes del paciente, con una concentración muy alta de peróxido de hidrógeno. En este caso, el dentista aislará muy bien las encías para evitar que se quemen al contactar con este gel.

    Es lo recomendable si tienes “prisa” en realizar tu tratamiento, porque se realiza en una sesión de aproximadamente una hora… el inconveniente de eso es que el diente suele deshidratarse mucho y produce sensibilidad intensa durante el procedimiento y unos días después. 

    Blanqueamiento profesional en casa

      Se aplica sin luz (según los estudios, la luz no hace nada en este caso) sobre los dientes del paciente, gracias al uso de una férula a medida que se realiza por termoformación, y que mantiene el producto en contacto con el diente durante minutos u horas. Se suele emplear peróxido de carbamida o PAP-S, que producen menos sensibilidad que el peróxido de carbamida, y se debe aplicar durante varias semanas para ver resultado.

      Es lo recomendable si tienes sensibilidad dental, o dientes de distinto color, para aplicarlo en los más amarillos más días y así conseguir que todos tengan el mismo color… el inconveniente es que el resultado tarda algo más en verse pero, por otro lado, suelen ser más económicos que los de clínica.

      Blanqueamiento profesional en tiras

        Es idéntico al anterior, y encontrarlo en cantidades suficientes para un blanqueamiento real en PAP-S, conforme a lo que establece la normativa europea. Se aplica también durante unos minutos al día sobre los dientes limpios y consigue resultados graduales muy naturales de manera homogénea.

        Es lo recomendable si tienes todos los dientes del mismo color, porque se blanquean de manera simultánea muy cómodamente, ya que las tiras no se ven y puedes ponértelas en cualquier momento del día sin férula… el inconveniente es que el resultado tarda algo más en verse pero, por otro lado, suelen ser más económicos que los de clínica o casa.

        Blanqueamiento en lápiz o con lamparitas

          Estos blanqueamientos, simplemente, no funcionan. El lápiz aplica un blanqueante de dudosa concentración sobre el diente, pero en cuanto mueves un poco la boca, comienza a desaparecer y no pasa suficiente tiempo en contacto con el diente… las lamparitas tampoco sirven para nada más que un efecto de marketing, pero no de blanqueamiento real.

           

          Así que, después de este repaso, ¿cuál es el tuyo?

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