Los remedios caseros para blanquear los dientes (milagrosos) que sueles encontrar en internet o en videos de cómo blanquear tus dientes de una forma muy económica y al alcance de tu mano, debo decirte, que NO funcionan, ¡los hemos probado todos!
Olvídate de cucharaditas de bicarbonato de sodio, carbón activo, agua oxigenada, sal mezclada con dentífricos, vinagres, uso de frutas ácidas, aceite de coco, cáscara de plátano...
Esos, como otros otros productos que puedes encontrar por la cocina de casa o en cualquier supermercado NO tienen acción blanqueadora científicamente comprobada.
Sabemos que hacer una pasta a base de fresa y plátano no va a blanquear nuestros dientes. Sin embargo, sí están comprobados los daños que estos remedios caseros milagrosos pueden hacer en tus dientes. De hecho, muchos colectivos profesionales ya han avisado del peligro de estos productos.
Con el uso de estos productos abrasivos, vas a erosionar, a rayar el esmalte de tus dientes y, como consecuencia, crear sensibilidad. Sin conseguir el resultado que quieres. A su vez, también puedes dañar tus encías quemándolas y volviéndolas más sensibles.
No hay ningún remedio casero capaz de blanquear tus dientes para tener la sonrisa perfecta. Ni enjuagarse la boca en luna llena, ni usar tu cepillo de dientes al revés tienen efecto blanqueador.
Si quieres blanquear tus dientes de una forma eficiente, real y, lo más importante, que no sea perjudicial para tu salud, huye de estos remedios caseros.
Remedios caseros y sensibilidad dental
Uno de los mayores problemas a los que te enfrentas es la sensibilidad dental aumentada por estos tratamientos de blanqueamiento (como el peróxido de hidrógeno).
Piénsalo.
Si aplicas un ácido o algo abrasivo sobre tus dientes, lo normal es que parte del diente se vaya. Pierdes esmalte dental de forma natural. Y puede producirse luego un crecimiento de bacterias en la superficie expuesta.
Así que la capa siguiente, la dentina, se queda en la superficie. Y cuando bebes algo caliente o frío, notas molestias y sensibilidad dental.
Es más, puede que tengas más riesgo de sufrir caries en esas zonas porque la dentina es más propensa a desarrollarla.
¿De verdad quieres exponerte a eso?
Remedios caseros que aplican ácidos serían:
- Limón exprimido
- Cualquier variante de fruta, que suelen funcionar por acidez
- Vinagre
Remedios caseros que funcionan mediante abrasión son:
- Bicarbonato sódico
- Carbón activo
- Sal
Por cierto, cualquier combinación de los anteirores solo puede resultar en un desastre.
Pongamos un ejemplo: aplicas sobre una piedra brillante (la encimera de la cocina o el baño, si son naturales) un chorro de limón. Lo dejas que haga efecto durante unos minutos. Luego lo frotas con un cepillo.
¿Qué ocurrirá ahí? Pues que el limón “erosiona” la piedra, digamos que la “reblandece”. Después el cepillo la “abrasiona”, es decir, contribuye a que se pierda más estructura en esa zona.
¿Resultado? Se pierde parte de la piedra. Por supuesto, también del brillo. Lógicamente, quitarías una mancha si la hay, pero con un coste muy alto: nunca podrás recuperar el trozo que has perdido.
Lo mismo ocurre en tus dientes, así que es importante evitarlos.
Eso no quita que tu higiene bucal convencional ayude a eliminar las bacterias con alguno de estos agentes, como el ácido málico presente en un enjuage bucal. Incluso hay hilo dental que contiene químicos que nos ayudan a blanquear ligeramente los dientes. Pero se trata siempre de productos diseñados con un control de calidad y de concentración concreta de productos.
Blanqueamiento dental en casa seguro y efectivo
Si no quieres perjudicar tus dientes, existen alternativas más económicas que los blanqueamientos en clínica. Los blanqueamientos con alta concentración en PAP ofrecen la solución para un blanqueamiento seguro. Sin dañar tu esmalte, sin esa sensibilidad indeseada y sin causar daño a tus encías.
Existen distintos tipos de blanqueamientos de concentraciones diferentes de PAP según la necesidad de cada persona. Varían dependiendo de la manera de administración, ya sea en tu alineador, retenedor nocturno. O si no tienes ninguno de estos, con una férula termoformable, como el Ivory Day de Shinoi Labs.
Recuerda que el tiempo que entran en contacto con tus dientes es importante, por lo que los “lápices mágicos” que aplican producto no consiguen efecto. Busca siempre una forma de aplicación de las que recomendamos los profesionales: en cubeta, alineador, retenedor o tira adhesiva.
¿Qué debe contener un blanqueamiento dental casero?Bueno, esto es más o menos sencillo.
Lo primero de todo, debes saber qué contiene. Por eso no sirven productos que decidamos nosotros la concentración. El limón podría tener más o menos ácido cítrico, por ejemplo.
Así que necesitas una visión clara de la concentración de cada producto.
En realidad, no necesitas estudiártela. El simple hecho de que el producto la tenga como información quiere decir que la AEMPS la ha validado (es lo que fija la normativa). Y que puedes tener la tranquilidad de que se trata de un producto adecuado para tus dientes.
Por otro lado, debes saber que suelen ponerse los nombres en latín, y que se ordenan según la cantidad de cada ingrediente, de más a menos. Por eso verás muchas veces que el primero es AQUA, porque están formulados con una base de agua.
Después necesitan blanqueamientos reales. Verás muchas fórmulas que en su etiqueta dicen que blanquean, como los V34, pero luego no tienen ingredientes que aclaren los dientes. Es inexplicable, pero el etiquetado muchas veces no es riguroso, y esto origina problemas al usuario.
Finalmente, deberían contener además agentes para proteger tu esmalte o tus encías. Por ejemplo, si es una pasta dental, seguro que flúor.
Si no los tienen, deberías suplementar su uso con otros elementos de higiene bucodental que te ayuden a mantener la salud. Es decir, primero usarías el blanqueador dental y luego tu pasta de dientes habitual o tu dentífrico. Es la mejor manera de garantizar que tus dientes se cuidan mientras se blanquean… siempre de manera profesional.
Esperamos haberte ayudado y que sepas a qué atenerte cuando piensas en un blanqueamiento dental casero: recuerda cuidar tu sonrisa.