Como todo en esta vida, sí, no y depende … el blanqueamiento dental en casa o en clínica es un tema que trae consigo mucha controversia.
Sabemos que el que te hace tu dentista en la clínica es el más rápido porque pueden conseguirse concentraciones muy elevadas de peróxido de hidrógeno. Esto lo llamamos “blanqueamiento dental clínico”.
Por otro lado, es posible que tu dentista te haya dado un producto de blanqueamiento en menor concentración para que lo uses en casa durante un tiempo específico y con unas indicaciones claras. Esto es lo que comúnmente llamamos “blanqueamiento dental domiciliario”, y se hace así porque se evita la sensibilidad dental.
Por otro lado, existe un sinfín de productos que generan “reflejos” en nuestros dientes como los champús que hacen que el cabello parezca más rubio. Todos nos hemos encontrado anuncios y contenido en redes sociales que muestran un cambio asombroso con el primer uso de un producto nuevo. Y algunos lo hemos comprado. Y, también, nos ha decepcionado.
Resulta que la mayoría de estos productos no tienen ingredientes que verdaderamente tengan la capacidad de blanquear tu sonrisa. Esas pastas blanqueadoras de marcas conocidas, dentífricos con carbón activo, productos de color morado, tiras blanqueadoras de farmacia, lámparas led de color azul, kits de blanqueamiento dudoso y polvos blanqueadores… no tienen blanqueamientos reales.
Por las regulaciones europeas estos productos no contienen agentes blanqueadores en concentración suficiente para aclarar tus dientes... ¿Y qué me dices del PAP?
Ahí entra el “depende”. El ácido ftalimidoperoxicapróico (PAP) es el único agente blanqueador, junto con los peróxidos de hidrógeno y carbamida de los blanqueamientos en clínica, que es capaz de disolver las moléculas de manchas y decoloraciones en tu dentina, y que puedes administrarte tú en casa.
Esto es así porque la reacción química que produce hace que los efectos negativos como la sensibilidad o la irritación de encías no ocurran. También significa que el cambio de color se produce de forma gradual.
Así que, si quieres una sonrisa más blanca, tú decides: peróxido de hidrógeno en concentración elevada o peróxido de carbamida y PAP en baja concentración durante unos días. En cualquier caso, siempre y cuando la concentración de PAP del producto sea la adecuada y tu constancia de uso sea la correcta, el blanqueamiento dental en casa es posible y es real.